miércoles, 6 de abril de 2011

Acompañar a nuestros hijos

Compartimos hoy con todos vosotros las reflexiones de una mamá de Verbena, a la que agradecemos con mucho afecto el que haya tenido a bien enviarnos estas líneas para que todos podamos leerlas y pensar en ellas.

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ACOMPAÑAR  A NUESTROS HIJOS

El pasado 23 de marzo hubo en Verbena  una interesante actividad sobre  lo qué significa para los niños y niñas, madres y padres el paso de infantil a primaria. Fue impartido por una excelente profesional y persona que, a partir de su experiencia como educadora, creó un espacio de reflexión en torno a este tema.
La palabra más sonora fue ACOMPAÑAR, por ser repetida el mayor número de veces y también por la calidez y emoción con que María Antonia la pronunciaba.
¡¡¡APUNTADLA¡¡¡ nos dijo en varias ocasiones, y yo, educada en una escuela tradicional bajo los valores de la obediencia y respeto al profesor, así lo hice.
Ya en casa inicié la reflexión: ¿qué valor tiene esa la palabra? En nuestra trayectoria como padres “llevamos“  a nuestros hijos al médico, al colegio, a las fiestas de cumpleaños, al teatro, al cine, al museo, etc. Pero ACOMPAÑAR es MÁS…..
Mi siguiente pregunta fue: ¿cuál es el origen de la palabra? Seguro que viene del latín, pensé…
Así es, la palabra “acompañar” viene del latín y tiene la misma raíz que la palabra  “compañera/o” que deriva del latín popular “companio” y se refiere a que, juntos dos o más personas comparten el pan; y tal como dice la entrada de google, cuando se comparte el pan, se comparte la vida, la conversación y los desafíos.
¡Ah¡ entonces es eso que venimos haciendo todos los padres, acompañarlos cuando se van de excursión para que ese momento sea compartido y se sientan SEGUROS; cuando les preguntamos qué tal han pasado el día, porque les hacemos sentir que sus “cosas” SON IMPORTANTES; cuando les contamos las cosas que nos han pasado porque les hacemos PARTICIPES de nuestras cosas que también son suyas; cuando nos ven alegres y también tristes y les explicamos porque nos sentimos así; cuando les contamos historias de nuestro colegio y  así saben que nosotros hemos sido niños y que podemos intuir cómo se sienten; cuando jugamos con ellos porque nos ven también como niños y “COMPAÑEROS DE JUEGO”; cuando les regañamos y ponemos limites, porque les ayudamos a CRECER,; cuando les acariciamos y damos besos porque les hacemos sentir ESPECIALES…. Y así podría seguir con mil ejemplos.
Eso es Acompañar,  y como la raíz latina indica esta acción es entre dos o más, con lo cual es RECÍPROCO. También nuestras hijas e hijos nos hacen sentir a NOSOTROS así: seguros, importantes, en crecimiento, especiales….y menos mal, ….porque esta ajetreada sociedad nos hace perder mucha energía y ellos son una FUENTE de emocinalidad y de chispa (aunque en otras ocasiones… nos desborden).
Releyendo el libro “El valor de educar” de Fernando Savater, he encontrado la siguiente cita “El niño no es una botella que haya que llenar sino un fuego que es preciso encenderMontaigne. Tal como se hace en esta estupenda Escuela que es VERBENA.

Elena López Alandi
(Mamá de una Eriza y una Osa)

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